Momentos significativos con Fidel.Toda una enseñanza cada hora con el Comandante:
“Nosotros estamos seguros de que nuestra prensa y nuestro
periodismo, al igual que la Revolución, tendrán en el futuro un gran porvenir,
y que el trabajo de nuestra prensa revolucionaria será cada vez más importante,
más decisivo, en la medida en que nuestro pueblo será —como decíamos— cada vez
más exigente”.
“Con ellos me siento en familia. ¡Cómo me habría gustado estudiar las
técnicas de su oficio!”
“La verdad en nuestros
tiempos navega por mares tempestuosos, donde los medios de divulgación masiva
están en manos de los que amenazan la supervivencia humana con sus inmensos recursos
económicos, tecnológicos y militares. ¡Ese es el desafío de los periodistas
cubanos!”
Estimados lectores de Granma:
Como una deuda con los
miembros de la Unión de Periodistas de Cuba y los de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, envío a Granma el discurso pronunciado en un
plano familiar y casi confidencial en el Aula Magna de la Universidad de La
Habana, el día 12 de noviembre de 1999, algunas de cuyas partes más delicadas
revisé cuidadosamente. Me responsabilizo con todo cuanto en él se expone.
He tenido el privilegio de
participar, hace alrededor de siete meses, en un congreso de periodistas
cubanos. Antes habíamos tenido un congreso de escritores y artistas de nuestro
país, unas cuantas semanas antes puede decirse, y puedo asegurarles que en los
largos años de Revolución no había tenido oportunidad de ver dos reuniones tan
fecundas como esas, que llamamos congresos, y que tuvieron lugar en la primera
mitad del año: a discutir, y a discutir de verdad problemas y temas de todo
tipo.
Yo comprendo bien lo
difícil que es ser periodista en un país socialista, digamos, en nuestro propio
país, en que los medios, o los órganos de difusión no son propiedad privada de
nadie, son propiedad, no voy a decir del Estado —sería imprecisa esa
definición, el Estado es una institución cada vez más calumniada—; nosotros
concebimos que la propiedad de estos medios es una propiedad del pueblo.
Pudiera parecer una frase, una palabra, una consigna; quizás lo difícil sea
usar de una manera eficiente y óptima esos medios, que son del pueblo y que
tienen una asociación muy grande con eso que se llama Estado.
El gran sueño de la reacción
a lo largo de este siglo, a lo largo del desarrollo del capitalismo, ha sido
demostrar que el Estado no sirve absolutamente para nada, aunque ellos sí saben
para qué sirve.
El Estado es ineficiente,
el Estado es un desastre, de acuerdo con la filosofía de esos sectores
reaccionarios; al Estado hay que desprestigiarlo, y yo incluso estaría de
acuerdo, depende de cuál Estado.
El Estado, llamado a
desempeñar un papel fundamental en una época de tránsito histórico, es una
institución imprescindible, absolutamente imprescindible, y, en ese sentido, lo
que nosotros quisiéramos hacer desaparecer son las ineficiencias del Estado que
los revolucionarios no hemos sido capaces de construir mejor. El viejo Estado
de los capitalistas, el de los explotadores, es el Estado que quisiéramos ver
desaparecer de una vez y para siempre.
Compartir al lado de uno de los hombres más grandes del
siglo XX es un privilegio para una persona, por eso, compartir en más de 20 ocasiones con Fidel en
mi vida de periodista es un mérito significativo, que lejos de sustraerme las
dosis de sencillez, hoy acrecienta el significado de mi currículum vitae, por las enseñanzas emanadas de esos
encuentros.
La sola presencia de Fidel Castro Ruz, el líder de la
Revolución Cubana, distingue cualquier biografía y la mía no es
la excepción. Comenzó el 27 de julio de 1977, cuando inauguró la Fábrica de Combinadas
Cañeras, tuve como misión cronicar el
acontecimiento junto al colega Pedro Ortiz, quien redactaría la información
principal, y se extendió hasta el 26 de
Julio del 2006, al visitar el grupo electrógeno mayor del país, ubicado en Guirabito.
En aquella oportunidad primicial junto al Comandante en Jefe
recuerdo cada una de sus palabras,
dedicadas en ese entonces al progreso de la industria cañera y sus
proyectos en Holguín y aprendí en la
práctica un concepto teórico enseñado en la academia: El valor de la
prominencia de la información depende mucho del talento de quien la
protagoniza. El es, sin duda alguna, una personalidad especial.
Fidel da lecciones en
cada diálogo, hay que interiorizar su pensamiento para tener todo un diseño de
desarrollo territorial, lo mismo en la zafra, la cultura, educación, salud que
en el turismo. Hiperquinético, audaz, inquisidor, ávido de conocimientos,
antidogmático y con una increíble capacidad de previsión. “Fidel viaja al futuro,
regresa y lo explica”, ha dicho el expresidente argelino Abdelaziz Bouteflika.
Entre esas jornadas compartidas estuvo el centenario de la Protesta de Baraguá, el
XI Festival de la Juventud
y los Estudiantes, el IV Congreso de la
UJC, rendición de cuenta de nuestra provincia a la Asamblea Nacional
del Poder Popular en 1986, reunión con secretarios del Partido en Holguín, con centrales azucareros
en sus zonas, visitas a “Urbano Noris”, “Rafael Freyre” y Banes, actos nacionales por el 26 de Julio en la Plaza Mayor General Calixto García y en Santiago de Cuba,
aniversario 15 de la fábrica de Implementos Agrícolas, tribuna abierta del
2002, varios viajes a Birán y al Polo Turístico holguinero. 
Engrosan esas oportunidades la VIII cumbre Iberoamericana,
efectuada en Oporto y los Congresos y
Plenos de la UPEC
desde 1999 hasta el 2003, en ellos me detengo, porque esos espacios de
conversaciones entre periodistas con Fidel fueron verdaderas lecciones de
sabiduría y práctica en el ejercicio profesional de la Pluma, para quien, siempre,
se autotituló miembro activo de nuestras filas.
“Me gusta el oficio, de verdad… Ténganme por uno de ustedes”.Delegación holguinera invitada al 80 cumpleaños de Fidel