Desafiar poderosas fuerzas dominantes
Por Rodobaldo Martínez PérezPara consolidar, actualmente, el socialismo en Cuba y con ello la defensa de un proyecto propio de los humildes y para los humildes es definitorio erradicar todo lo que corroe la moral.
Cuando Fidel se refiere a que Revolución "es desafiar poderosas fuerzas dominantes” las de fuera sobresalen en todas las malandrinas maldades del enemigo de siempre.
Mientras las del ámbito social y nacional son esas vigorosas tendencias negativas que desarticulan la institucionalidad, la lentifican, reducen y anulan la capacidad de reacción ante errores, deficiencias, burocracias, cargados del no se puede que dejan un sentimiento de frustración.
Esas enérgicas pujanzas negativas son debatidas en el VIII Pleno del Comité Central del Partido, desde ayer viernes hasta hoy, para ir a las raíces de tantos peligrosos fenómenos como las tendencias burocráticas, inercia, conformismo, incapacidad de enfrentar las nuevas realidades, mediocridad, acomodamiento a las formas acostumbradas de analizar, discernir y procesar los problemas y a las estructuras rígidas, las prácticas y las relaciones personales que generan nudos por las relaciones de compadres que tanto obstaculizan el progreso en la Nación.
En ese actual hay doble moral porque son “come candela” , pero lejos de cambiar la mentalidad, de ser proactivos y ni de arrancarle una milésima al problema…
Raúl varias veces, al reflexionar sobre esa realidad, precisa en “la importancia que tiene dejar el espacio a quienes estén en capacidad de aplicar los cambios que necesita el país…” , pero eso lo hace el hombre de moral y principios, el verdadero revolucionario, con dignidad, sin ningún temor, ni apego a cargos.